“I’m sorry”

“I’m sorry” she said, her eyes downcast “I never wanted to make you feel like this. I know I’ve been acting like a fucking stupid. I overthought things, as always”

He just stood there unmoved with a cynical look “I just don’t think you say this because you mean it, it’s just another of your ways to make me pay attention to you”

That one hurt. Maybe he was right, maybe she just wanted that he spoke to her again, to be back at the times they had fun and pretend nothing of this has happened at all but no, a part of her probably felt like that, but she knew it was too late, that as usual she had fucked it up once again.

“Listen, I’m not gonna bother you anymore. Keep your way and I’ll go on my own bussines. I’ll not even look at you if you don’t want me to, I’ll stay far from you. I’m truly sorry for all of this, and maybe some part of me still would want to be near you but I couldn’t live with myself knowing I’m making someone feel uncomfortable, that I’m hurting someone. That is the last thing I want. Just….take care of yourself please, and don’t feel bad because of this, it hasn’t been your fault at all, it was all my mistake. Be happy, please”

And with that she turned away. She would never look back, she didn’t mind what he thought of her anymore. She just wanted him to be happy and knew that she was an impediment for him to do so.
So she left.

However she could never take him out of her heart.
But that is a secret she would never tell anyone.

Aires de juventud

-¿Recuerdas, Lolita, cómo era todo al principio?

-Sí, lo recuerdo. Recuerdo que ahorré mucho para comprar mi primer vestido, que mis primeros coords eran muy muy sencillos, recuerdo algunos errores que cometí, pero he mejorado.

-No te he preguntado eso, Lolita. Te pido que recuerdes bien, que rememores a qué olía el aire cuando empezaste a leer sobre ésto, la textura de tu primera prenda, la primera vez que terminaste una prenda hecha por tí misma. Recuerda, Lolita, recuerda; recuerda cómo te sentías cuando todo lo que veías tenía una posibilidad de ser precioso, cuando por muy pobre o inexperta que fueras todo te parecía genial y no había nada que no pudieras conseguir porque todo te parecía fácil. Recuerda cuando hacías coordinates muy sencillos y un poco raros pero que te hacían sentir la más felíz, la más hermosa; recuerda la sensación de llevar algo que no era en absoluto adecuado y aún así te sentías como la mejor lolita del mundo….
¿Lo recuerdas? Bien, pues no lo olvides nunca, nunca, porque por mucho que hayas aprendido, por mucho que hayas mejorado ésa era tu esencia, Lolita, no la olvides nunca; no te dejes llevar por el lujo y la extravagancia, no te dejes llevar por lo “correcto”, “acertado” o “adecuado”; hazlo como tú: Único.
Ahora que sabes todo lo necesario, vuelve al principio.
Como en el mito de la Caverna el que ha conocido el Sol vuelve al mundo de las Sombras, ahora debes volver a explorar.
Como en las teorías de Descartes, ahora que has sido instruida es hora de que olvides todo lo que te enseñaron para encontrar nuevas soluciones tú misma.

Koré

Comdemned by the Gods
here in the Underworld.
There’s no light, there’s no truth;
There’s only my justice and my divine punch.

Here I live, with no fear;
‘Cause I am the King,
King of the Underworld.

But then I met you,
and I desired a true life
with you, at my side.
I saw your eyes,
all I know now is I’ll live, too

Koré, Oh Koré,
let your name behind,
come with me,
be my queen.
Let your soul embrace my own,
forever and ever, in my world.

And so you did, my princess,
changed your light into sweet darkness;
turned all your beauty world apart,
Dark Queen of Night, the one who has my heart.


Koré, Oh Koré,
let your name behind,
come with me,
be my queen.
Let your soul embrace my own,
forever and ever, in my world.
With you, Perséphone
ruling it all.

Fábula: Las pequeñas Lolitas

Érase una vez una pequeña Lolita. Llevaba poco tiempo en el mundo Lolita, y observaba todo a su alrededor con emoción. el mundo Lolita tenía dos hemisferios: El hemisferio Norte, donde hacía un poco de frío y se hallaba cubierto de bosques misteriosos, catedrales antiguas y algunas otras cosas un tanto oscuras pero irremediablemente bellas. En ése hemisferio sus habitantes solían vestir de colores oscuros, y hacían picnics y fotos cuando se reunían en pequeños palacios un poco tenebrosos.
En el hemisferio sur, por el contrario, hacía un poco más de calor, el Sol brillaba amablemente y un Arcoiris lucía en el cielo. Estaba cubierto de carruseles adorables, de construcciones caprichosas y parques de atracciones, incluso los árboles eran de algodon de azúcar de distintos colores. Allí sus habitantes vestían como el arcoiris, de bellos colores suaves que le recordaban su niñez.

Pero los dos hemisferios no estaban confrontados, sino que dentro del mundo Lolita todas eran compatriotas, no existían los países, y en muchas ocasiones los habitantes de unos y otros lugares viajaban, intercambiando su aspecto según el hemisferio en el que se encontraban. Todos eran ciudadanos del mundo Lolita.

Ésta pequeña viajera que acababa de encontrar el pasadizo a ésta nueva dimensión tenía la suerte de contar con una hermana mayor, que la aconsejaba, no sólo sobre lo que debía comprar, hacerse, ponerse o cómo combinar colores, sino también acerca de todo lo que conllevaba ser un ciudadano de ése mundo, y le decía:
-Pequeña, el Lolita nace desde dentro, debes cultivar la filosofía y la lectura, los buenos modales sin rallar en lo obsesivo o la cursilería. Has de ser una ciudadana equilibrada y culta, y sobre todo abrir los ojos y aprender de todo lo que veas que te parezca adecuado para tu persona.

La pequeña Lolita estaba encantada, apreciaba la luz, el color, pero también el romanticismo de la sombra, pronto se convirtió en una ciudadana ejemplar para sus coetáneas, incluso se atrevió a tomar bajo su tutela a alguna otra pequeña Lolita recién llegada.

Otra pequeña Lolita llegó a través del pasadizo dimensional, pero ella no tuvo tanta suerte. Por desgracia no todos los ciudadanos de ése mundo eran tan ejemplares, y pronto aquellas que debieron ser sus hermanas mayores comenzaron a criticarla en vez de a enseñarle, porque eso no era adecuado para ése mundo, porque tal cosa no tenía calidad, porque debía comprar ésto y aquello.
Ésta pequeña Lolita pronto comenzó a perder la ilusión por el nuevo mundo, y se tuvo que enfrentar a una cruel decisión: Convertirse en aquello que todos querían, sólo para encajar o volver al otro mundo, gris, apagado y sin vida.

Pronto la pequeña Lolita desistió, y volvió por donde había venido, con lágrimas en sus ojos, porque cuando creía haber encontrado el paraíso, había sido cruelmente rechazada y expulsada del mismo.

Moraleja: Las nuevas Lolitas son la sangre del futuro, si no cuidamos de ellas, pronto huirán de nuestro mundo. Hay que guiarlas, con paciencia y tesón, disponiéndo toda la información que podamos para que puedan aprender rápidamente. No hay que descartarlas porque lleven tal o cual cosa, nosotras también fuimos en su día viajeras recién llegadas a éste mundo y tuvimos personas que nos acogieron con los brazos abiertos, convirtámonos hoy en sus anfitrionas, en sus benefactoras, para que el día de mañana ellas puedan hacer lo mismo con otras viajeras. Si les enseñamos la pedantería, el elitismo y la falta de respeto éso es lo que aprenderán, si es que no salen huyendo, claro.